El diseño de la iluminación y el proyecto de interiorismo de tu local comercial van de la mano en la consecución del ambiente deseado para tu negocio. La entrada de luz natural en los locales no suele ser suficiente para bañar el interior a través de la fachada, además de ser variable a lo largo del día y de las estaciones del año. De ahí la importancia que adquiere el diseño de la iluminación para captar al cliente y conducirlo de forma inconsciente a los productos que te interesan.

• INFLUENCIA DE LA ILUMINACIÓN EN EL PROYECTO:

La importancia de la luz es tal que, aunque el diseño del interior sea llamativo y novedoso, una iluminación poco acertada puede desembocar la imagen del local en un resultado no deseable. De igual forma, un buen proyecto de iluminación puede contribuir a una mejora de la percepción de un proyecto interior deficiente, sacando el máximo partido del mismo. Para ello, la iluminación se emplea para crear sensación de amplitud y destacar los productos de venta o las principales características y atractivos del local.

Un buen proyecto de iluminación favorece positivamente la percepción de tu espacio comercial, resultando en un mejor funcionamiento del negocio, favoreciendo una actitud positiva del público durante su experiencia de compra. No sólo puede influir en el estado anímico de los clientes, sino que puede convertirse en tu mejor aliado para destacar la presencia de un producto determinado sobre el resto. Se trata de una herramienta con la que podemos influir en el público que visite tu negocio sin que sean conscientes de ello.

• SISTEMAS DE ILUMINACIÓN:

En el proyecto, el diseño de la iluminación se contempla en un plano  que refleja la situación de las luminarias con respecto a los distintos espacios y el mobiliario del local. El diseño de la iluminación tiene por objeto crear una luz de ambiente en el interior del local y destacar el producto en las zonas de expositores. Esto se logra mediante tres tipos de iluminación:

1. La iluminación general del local:

Se trata de la iluminación que domina en la zona de exposición y venta y que acompaña al consumidor a lo largo del recorrido del local, sin interferir en la iluminación de los expositores del producto. A través de esta iluminación se favorece la creación de un ambiente determinado en el interior del local.

Este tipo de iluminación ha de tener las siguientes características:

–   Uniformidad de la luz.

–   No interferir con otros tipos de iluminación del local,

–   No generar sombras que perjudiquen a la visibilidad del producto.

–  Generar una luz de mayor intensidad que la existente en el ambiente exterior.

– Generar una iluminación preferentemente indirecta, difusa y lo más natural posible, huyendo de aquellos tipos de iluminación que alteran la percepción real de los colores de los productos.

–  Integración con los elementos decorativos del local.

2. La iluminación del producto:

Se trata de una iluminación de mayor intensidad que la luz general de ambiente de la tienda, aplicada sobre los productos de exposición del local para atraer la atención del público. Esta iluminación se manifiesta al exterior a través de la luz del escaparate, destinada a captar a clientes e inducirles al acceso al local. En el interior, este tipo de iluminación se focaliza hacia los expositores, con el único objetivo de destacar el producto en el espacio comercial favoreciendo la concentración del cliente en el producto y generando una imagen atractiva del mismo.

La iluminación del producto se basa en la técnica de atraer la visión del consumidor de forma inconsciente a través de una mayor intensidad de la luz, evitando siempre generar deslumbramiento que le impida concentrarse en el producto. Frente a la luz difusa de ambiente del local, la luz que se focaliza al producto se genera mediante puntos de luz directa, logrando destacar sobre el conjunto del espacio interior.

Esta iluminación permite controlar qué artículos se desea que sean el foco de atención del cliente, constituyendo una importante herramienta de marketing de la que ha de aprovecharse el negocio.

3. Iluminación decorativa y de zonas auxiliares:

Este tipo de iluminación tiene una intensidad que media entre las dos anteriores y se emplea en las zonas de caja, probadores y demás espacios auxiliares de los que se compone el local. Se trata de una iluminación que busca no interferir con la iluminación general y la iluminación de ambiente, pero a su vez ofrece la luz necesaria para las zonas a las que se destina.

En ocasiones, esta luz puede proceder de elementos decorativos del local, potenciando su presencia y favoreciendo la emisión de luz necesaria en los espacios a los que se aplica.

• ILUMINACIÓN PARA CREAR UN AMBIENTE:

No existe una tipología de iluminación que podamos establecer como aplicable a todo tipo de espacios, ya que la elección ha de basarse en la demanda de luz en función del uso del espacio, el consumo, el tipo de iluminación deseado (en función de los tres sistemas ya descritos), el ambiente pretendido…

El acierto del proyecto de iluminación del local se basa en una correcta combinación de los tres sistemas descritos y una adecuada adaptación al diseño interior del local. Además éste deberá adecuarse a las sensaciones que se quieren transmitir a través del ambiente y los productos iluminados, las cuales han de ser coherentes con los valores de la imagen corporativa. A partir de esas intenciones es posible pensar en una iluminación para conseguir tus objetivos.

Las sensaciones que provocan la iluminación en el público vienen dadas por el tono de luz empleado (cálido, frío, intenso, claro) y su colocación, pudiendo generar ambientes muy distintos mediante su variación. De ahí la importancia del asesoramiento de un técnico con experiencia en el campo de la iluminación para obtener los resultados deseados.